miércoles, agosto 20

No todo es [+] malo

Al terminar de leer esta entrada, quien me conoce, pensará que escribí borracho o con algún tipo de arma amenazando mi vida. Y es que en honor a la justicia escribiré algo bueno de la administración de Gustavo Petro.

Estoy convencido (y creo que la realidad me hará mantenerme allí) que el actual Alcalde de Bogotá es un brillante político que perdió su cuarto de hora (4 años) y continua con méritos el proyecto de acabar con la ciudad a como de lugar. Sin embargo, hay un aspecto en el cual se ha destacado y es la educación pública.

Asumo que este éxito no se debe en tanto a él, sino a un excelente grupo humano que lo ha sabido asesorar en este campo y que ha aguantando su extraño liderazgo.  La administración que encabeza sigue adelante con la ruta trazada desde los buenos gobiernos locales de antaño donde la educación se viene dignificando con espacios construidos pensando en los estudiantes y con iniciativas de apoyo a los docentes para su cuantificación académica y humana. El presupuesto para la educación se ha incrementado en un porcentaje inaudito en otros tiempos y los proyectos complementarios como 40x40 dicen mucho de los objetivos estructurales de una ciudad que ve en la educación una real posibilidad de desarrollo.

Si bien la historia demostrará que estos cuatro años se suman a los 8 anteriores de total desastre, también esos mismos relatos tendrán que dar cuenta de una administración que puso en el centro la educación para lograr que Bogotá sea una ciudad con colegios donde los niños pueden serlo y en donde aprenden a saber vivir bien.  ¡Buena Gustavo!