domingo, octubre 16

[+] arquitectura para la capital

Bogotá es una ciudad bonita. Caótica pero hermosa. Sin embargo y con mi humilde percepción creo que los arquitectos están faltos de ideas. Estos profesionales que deben hacer de los espacios lugares que sean homenajes a la estética, la usabilidad y la economía no muestran nada más allá de lo evidente. Incluso, las obras públicas son más de lo mismo. Para la muestra un botón: se gastaron muchos millones en la remodelación de El Estadio El Campín y no es más que un estadio. Y ya. Bueno, hay que abonar que fueron muy creativos y escribieron IDRD con las sillas. Con todo ese gasto de dinero y con más de 35 mil  sillas, no hubiéramos podido hacer gala de algún tipo de creatividad cromática o geométrica.

La ciudad está en un auge eterno en la construcción. Pero nos repetimos. Hay veces se usan nuevos materiales y nuevas formas, pero ninguna de ellas que descreste al ciudadano de a pie, ni al experto. Por el contrario, cada vez el ladrillo, de DryWall y uno que otro vidrio intentan hacer algo novedoso, pero al finalizar la obra, quedamos igual.